Con el paso del tiempo las personas mayores suelen sufrir cambios en su cuerpo y síntomas de envejecimiento. Por ello, en el pie del anciano pueden aparecer patologías varias como: deformaciones a consecuencia de artrosis, problemas vasculares, problemas dérmicos (duricias, callos, problemas ungueales…), etc.
Los ancianos suelen tener falta de movilidad lo que les dificulta alcanzar los pies para su cuidado. La visita al podólogo les facilitará dicho cuidado.
Con los años la estabilidad va disminuyendo, creando inseguridad en las personas mayores pudiéndose producir caídas. Con unas plantillas se les ayudará dándoles un buen apoyo y estabilidad.